2 de diciembre de 2006

Inspiración

Un día mas sentado frente a ti,
comprendo que no vas a venir.
Otra vez siento miedo y estupor al respirar.
De nuevo contengo mis manos, bajo mis parpados
y te maldigo.
Una vez mas deseo gritar sin voz.
Un día mas sentado frente a ti no puedo escucharte.

El murmullo de tu voz me anima a salir corriendo,
cada vez que suspiras.
La sintonía de un amanecer rosado,
encumbrando a odiosos pendencieros;
la textura violácea de tus manos
que haría llorar a cualquiera…
Mas son tus paupérrimas luminarias que nunca se apagan
las que saben que nunca he dejado de amarte.

Como un sonajero de sueños que nunca se cumplen,
desato mis dudas en la mañana y te canto vehementemente;
con las miradas absurdas sobrevolando los viejos robles
y al cielo calmado clamando,
mientras llueven ríos de color púrpura,
que arrastran toda esperanza de éxito y gloria.

Pero no siempre vas a ganar a tu, ¿Por qué?.
Es por fin hoy el momento,
en el que cada una de mis lágrimas caerá sobre ti
arruinando tu maquillaje de oscuras pasiones.
Se disolverá todo lo conocido para quedar a mis pies
y por fin darte tu merecido…


Pero aun así, un día mas sentado frente a ti,
las palabras no quieren salir
y ensuciar este papel.
Un día mas te llamo y no vienes.
Un día mas no me inspiras nada,
¿Por qué te llaman así?

Inspiración…
¿Por qué?

Víctor

Y recuerda: Todo esto es mentira...

No hay comentarios: