13 de diciembre de 2006

A veces...

A veces no importa cuan populares deseemos ser, ni hasta que punto del telar divino nos gustaria conocer. A veces los sentimientos hablan por si mismos, sin dejarle a uno taparles la boca, alguna vez todos hemos sentido como alguien ha llegado antes, reventándonos un sueño o simplemente adenlantándose diciéndole eso tan bonito a esa chica tan bonita que tanto nos gustaba. Algunas veces pedimos cuentas al cielo, sin saber que los únicos dioses que existen habitan en La Tierra; solo que estos, aunque nos manejan, no nos van a ayudar nunca, y mas vale que no se te ocurra rezarles pues podrías acabar en la subcaja. En fin, para pedir la cuenta...

Pero a veces, sólo a veces, el destino nos guiña un ojo. Y nos roba una sonrisa cuando admirando, que no mirando, dentro de nosotros, descubre a un niño quejándose.
Es en ese momento, en ese lugar y segundo exactos cuando la divina paradoja logra traspasar el muro de incredulidad que antes tus ojos erigen los medios con sus falacias.

De vez en cuando, los viejos harapos se queman solos.

Murió pinochet, murió; pero de viejo y en su casa.
Aun así, hoy somos un poquito mas felices.
Púdrete en el Infierno bastardo.

En fin, me voy, que llego tarde a misa...

Víctor

Y recuerda: Todo esto es mentira...

No hay comentarios: