Eres toda de nieve, ¿quien lo duda?
Frío en tus manos, y en tus labios frío.
En tu interior, un gélido vacío,
y un viento norte en tu mirada aguda.
Un témpano polar tu lengua muda;
tu boca, un lago helado en el estío;
tu corazón, un páramo sombrío,
y una escarcha invernal tu piel desnuda.
Eres toda de nieve... Pero a veces
eres toda de fuego y resplandeces
con un destello níveo que me ciega.
Eres fuego glacial, nieve encendida.
Eres toda de nieve, ¿quién lo ovida?
Eres toda de fuego, ¿quién lo niega?
Fuente: Conde de Abascal - La Yolandea
Víctor
Y recuerda: Todo esto es mentira...
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