15 de mayo de 2007

A p o t e ó s i c o

Así fue el concierto que Marea dio ayer en el Telefónica Madrid Arena de la capital de esssspaañña coño!!.
A eso de las 20.00 las puertas se abrieron y los puertas comenzaron a cachear y a romper puntas de entradas (que por cierto las muy putas costaron 22€, aunque valieron la pena). La gente se agolpaba en la gran plaza precedente a las tres puertas de entrada. Allí había mas de 10.000 personas (aforo completo) y todas querían estar delante.
Eran las 21.00 cuando las luces se apagaron. Estridentes rifts de guitarra sonaron por las impresionantes columnas de altavoces para demencia de los miles de argentinos que agolpaban la sala. La Renga (grupo argentino) comenzó su espectáculo y los enfervorecidos argentinos comenzaron la batalla. Los de la albiceleste se guardaron el cerebro en el bolsillo y comenzaron ha hacer el animal para desgracia del resto de los que estábamos allí. Las avalanchas de gente movidas por la inercia de los descerebrados, eran constantes haciendo de la pista un puto infierno, donde rara vez tus pies no eran pisados y el oxigeno se vendía en bolsitas de a diez. Menos mal que a algún lumbreras se le ocurrió poner el aire acondicionado y respiramos.
La puta Renga se hacía de rogar, y tema tras tema ponía cada vez más nerviosos e impacientes a los miles de devotos del señor Kutxi Romero y sus compadres, que allí habitábamos. Tras cada tema de los argentinos los gritos reclamando a Marea se hacían audubles.
Por fin la La Mierda, digo La Renga, se fueron a tomar por culo y un telón de translúcida tela negra cayó en el escenario, amedrentando el misterio y la inquietud por la puesta en escena de los de Berriozar. Los 20 móviles quedaron encendidos en blanco y las miles de almas que allí aguantabamos, viento y marea, no nos cansábamos de esperar.
De repente, y a eso de las 22.20 de la noche, los móviles se apagaron, las gargantas berrearon y un intenso rugido proveniente de todos lados invadió el escenario. Tras unos momentos de incertidumbre, el telón transparente dejó entrever la silueta del gordo (léase Kutxi Romero) ¡¡¡ subido en una Harley Davison !!!. El muy perro no dejaba de accionar el acelerador hasta que los acordes guitarreros de 'Entre hormigones' sonaron por toda la sala.
Una tras otra las canciones del nuevo disco se iban sucediendo sin descanso para los navarros. Tras un breve descanso en el que Kutxi dejó entrever lo alcoholizado que iba, una nueva serie de viejos temas sin parar pusieron a cien todos los corazones. El Piñas se cantó sus 4 temas de siempre (véase' Alfileres', 'Trasegando', 'Despellejo' y alguna otra).
Final del concierto. Pudimios asistir a un Kolibrí impresionante como siempre acompañado de los siempre geniales Piñas, César y Alén; a célebres visitas como la de Fernando 'rapado' Medina, de Reincidentes, que se cantó su habitual 'Viento de poniente'; así como a la de Martín Romero, que se cantó su 'Como los trileros' y se marcó (junto a su hermano, er Kutxi) la ya habitual rompida de camiseta. Más de dos horas y media de espéctaculo que sin duda merecieron lo que costó la entrada.
Como decía final del concierto y unos Marea que se resistían a tocar 'El perro verde'. Kutxi, más alcholizado que nunca presentó a la banda, y tras unas breves palabras de agradecimiento a toda la gente de los Marea y al público de Madrid, tocaron en tema que la gente no paraba de pedir.
Para finalizar sonó 'Marea', la canción que da nombre al grupo, y ya auténtico himno de los navarros. Las 17 cegadoras se encendían y apagaban paulatinamente animando a todo el mundo a caantar, a berrear, a dejarnos la voz y los oídos alzando una y otra vez nuestras voces al cielo gritando marea, marea, marea... y por siempre MAREA.

Víctor

Y recuerda: Todo esto es mentira...

1 comentario:

Berto dijo...

Si señor!! pedazo de concierto de los de berriozar.Solo hubo un fallo durante toda la noche: la puta renga de los cojones!!!q pasa??q no se enteraban oq?!?!estaban sordos?!?!cawen to'!!
Aunq toda esa impaciente espera valió la pena para ver al señor Kutxi en esa harley,para ver a Kolibrí y a César hacer cantar sus guitarras,para disfrutar del bajo y de la voz del puto piñas(incombustible durante todo el concierto),y para elevarnos cn el sonido de la bateria de Alén...pero sobre todo para pasar una noche de puta madre junto a super Pakete y junto a mi compadre Víctor.Fue una noche inolvidable dnd un servidor acabo sin camiseta debido al horno que habia en el pelotón.Agradecer su colaboración al del aire y, sobre todo, al tío de la cerveza,q nos salvó de la casi segura deshidratación.(ke bien vino ese litrillo,eh xavales??)Pues eso,un conciertazo,y espero q no el último.

Un Saludo

El Berto

Un sa