2 de noviembre de 2007

Cotidianeidad

La gente, la vida, cotidianeidad;
en medio de todo, marchita la muerte, que espera.

Sangre, dos niños, una paella y tres amigos.
Sin quererlo se ha marchado, para siempre, de mi lado.

Veredas verdes de vacuos recuerdos pobladas,
poblados, llenos de gente, recuerdos… de nuevo.

Salidas fáciles, ferreterías, cuerdas, pesar y clavos
Despacio y sin prisa, amor entre dos, entradas oscuras.

De nuevo despierto, coloco y me marcho.
Ir, ver, salir… ¿a dónde voy hoy?

Cada día me acerco, te alejas;
sin que me veas te veo, y te llamo sin que me oigas.

Un perro, dos piedras, gritos y abrazos.
Saludos, de entrepierna, insultos, sin rabia.
ateos, beatos bastardos, sin nada.

Al sol y al viento, cantar, desnudo, mirando
a lo lejos, hay luz, horizontes, transparentes.

Campanas, de anhelos, sin tiempo, involucionan adentro,
de guerras, silbidos y llantos, momentos.

Corriendo, de nuevo, recuerdos ajenos,
lo llevan al cielo, de dioses pedantes,
de clérigos gordos y ciegas cabezas,
de abominables, criterios, niegan certezas, de antes.

Minutos, mujeres, peleas sin fuerza, de golpes
al aire, besar, sin fuerza, genio mudo, inmundo.

Sal y pescado, corriente de hombres, manejo
de soles, un mundo y pescado, salado.

Niños, risas, piedras y heridas.
Besos, caricias, cama, llanto y prisas.

De nuevo, recuerdos.
La gente y la vida, cotidianeidad.

Sin medida




Víctor

Y recuerda: Todo esto es mentira...

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