La gente, la vida, cotidianeidad;
en medio de todo, marchita la muerte, que espera.
Sangre, dos niños, una paella y tres amigos.
Sin quererlo se ha marchado, para siempre, de mi lado.
Veredas verdes de vacuos recuerdos pobladas,
poblados, llenos de gente, recuerdos… de nuevo.
Salidas fáciles, ferreterías, cuerdas, pesar y clavos
Despacio y sin prisa, amor entre dos, entradas oscuras.
De nuevo despierto, coloco y me marcho.
Ir, ver, salir… ¿a dónde voy hoy?
Cada día me acerco, te alejas;
sin que me veas te veo, y te llamo sin que me oigas.
Un perro, dos piedras, gritos y abrazos.
Saludos, de entrepierna, insultos, sin rabia.
ateos, beatos bastardos, sin nada.
Al sol y al viento, cantar, desnudo, mirando
a lo lejos, hay luz, horizontes, transparentes.
Campanas, de anhelos, sin tiempo, involucionan adentro,
de guerras, silbidos y llantos, momentos.
Corriendo, de nuevo, recuerdos ajenos,
lo llevan al cielo, de dioses pedantes,
de clérigos gordos y ciegas cabezas,
de abominables, criterios, niegan certezas, de antes.
Minutos, mujeres, peleas sin fuerza, de golpes
al aire, besar, sin fuerza, genio mudo, inmundo.
Sal y pescado, corriente de hombres, manejo
de soles, un mundo y pescado, salado.
Niños, risas, piedras y heridas.
Besos, caricias, cama, llanto y prisas.
De nuevo, recuerdos.
La gente y la vida, cotidianeidad.
Sin medida
Víctor
2 de noviembre de 2007
Cotidianeidad
Y recuerda: Todo esto es mentira...
by Víctor el 11/02/2007 02:23:00 p. m.
Temas: Escritos propios, Poesía
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